Utilidad del mimo para el actor de teatro
Por Angel Elizondo
Cuando el actor se abstenga de actuar acompa�ado de su cuerpo podr� dejar de estudiar el lenguaje del cuerpo.
Cito esta frase de Etienne Decroux (Paroles sur le mime - Palabras sobre el mimo) porque me parece clara, en un teatro donde sobre todo la expresi�n a trav�s de la palabra es pobre.Agregar�a (a pesar de ser yo un mimo) que si el actor hiciera de la emisi�n oral un arte, tal vez podr�a abstenerse de estudiar el lenguaje del cuerpo. Nos tendr�a que hacer olvidar que posee un cuerpo. Que no estorbe, que desaparezca. Es posible que haya sido el caso de Talma, de Sarah Bernhardt, o Salvini. Sin haberlos o�do me atrevo a decir que era as�. Yo concurr�a a la Comedie Francaise a ver a Henri Rolland decir textos. Debe haber sido uno de los �ltimos de una gran generaci�n de actores que cultivaron la palabra al extremo. Enorme riqueza de matices, tonos, intenciones, pausas distintas, silencios, la boca como un instrumento. Y verdad.
Verdad teatral por supuesto. No mov�a casi el cuerpo, yo me olvidaba de este. Y sin embargo era natural.
Siento que es natural todo lo que sale solo, que se cumple sin esfuerzo: un triple salto mortal puede ser natural. Luego conoc� personalmente a Henri Rolland. Hablaba, en la vida tambi�n, muy naturalmente, sin afectaci�n.
Como actualmente la palabra en el actor parece estar a�n en los primeros estadios (a pesar de Claudel, de la poes�a, de la literatura, de Borges, etc.) me parece que no hay otra forma que la de agregarle el arte corporal, para que entre dos hagan uno. Repito: creo que el actor con su manejo actual de la palabra y sin la ayuda del cuerpo no puede hacer arte. De esto en alguna medida se dan cuenta los profesores y alumnos de teatro incluyendo o recomendando actividad corporal. El problema es qu� actividad le servir�. Por supuesto ello depender� del estilo que se quiera lograr. Y aqu� veo uno de los problemas mayores que tiene el teatro argentino actual: no hay estilo.
Me parece mejor que si un profesor no sabe exactamente para qu� quiere tal actividad, el alumno haga la que le guste. Esta tiene m�s posibilidad de ser interiorizada y conectada con la actuaci�n.Entre el teatro y la danza
Cierta vez, hace tiempo ya, un director y profesor de teatro (al que por otra parte, respeto) que en ese momento dirig�a la Escuela Nacional de Arte Dram�tico, me llam� para dar clases en la Escuela. Yo
pregunt� como se articular�a con el resto de la formaci�n, cu�l era el objetivo, que parte del mimo se ver�a, qu� estilo, si tendr�amos reuniones de todos los profesores para ver el tipo de actor buscado (por supuesto a trav�s de la direcci�n). Me contest� que la materia mimo, o pantomima, estaba en el programa y que le parec�a que el actor deb�a tener herramientas para defenderse mejor. Este criterio me son� equivocad�simo y no art�stico. Y es el criterio que aplica la mayor�a (por no decir casi todos). No creo que Brecht, ni Stanislawsky, ni Grotowski, ni Peter Brook, hubieran pensado as�.
En lo general, no veo ninguna actividad m�s cercana a lo teatral, en cualquier estilo, que la del mimo. Yo dir�a que es teatro. Por otra parte nuestra compa��a se llama Compa��a Argentina de Mimo, Teatro de Acci�n. Es teatro sin necesidad de palabra.
Como en el teatro o en otras artes, en el mimo hay distintos estilos.
En esto podr�a radicar una dificultad si se desea integrarlo. Los argentinos no hemos logrado integrar cosas que desde hace muchos a�os est�n en nuestra vida. No hay que creer que por el hecho de hacerlas,
las cosas se integran. Profundamente hablando.
Veo al mimo entre dos l�mites: el teatro y la danza. Nos acercamos m�s a uno o al otro. Estar justo en el medio es muy dif�cil y ser�a el mimo mimo. No es mi caso, yo fui actor de teatro y sigo si�ndolo en el fondo. Hago mimo porque me interesa m�s que el teatro.Definimos a la acci�n corporal como el terreno fundamental del mimo.
No importa que un mimo se mueva bien (como un bailar�n) sino que lo haga bien. Desde mi punto de vista, en t�rminos generales, no es ning�n elogio decir de un mimo que se mueve bien. Como tampoco de un actor. Si hace bien el movimiento ser� bueno. Y la acci�n es lo que por lo general acompa�a a la palabra en el teatro. A tal punto es as� que Stanislawsky recurri� a lo que �l (o el traductor) llama acciones f�sicas para dar verdad a la palabra, apoyarla. Aqu� se plantea una diferencia que es bueno tener en cuenta. Un mimo puede ser pobre de lenguaje, falto de ideas, etc., pero dif�cilmente es, lo que en idioma teatral llamamos falso. Siempre hay mucho de verdad en su actuaci�n.
El actor por el contrario es casi siempre rico (autores y directores lo apuntalan) pero dif�cilmente es verdadero. A pesar de Stanislawsky y de otros.
�A qu� se debe esto? La palabra a�n no est� integrada a la vivencia profunda, es muy reciente. La acci�n s�: es el primer lenguaje del animal hombre. Y adem�s la palabra es fundamentalmente social. Si tuviera una escuela de teatro recomendar�a no hacer mucha vida social.
Solamente la necesaria. Pero el actor se ve llevado a hacer vida social a rajacincha, porque de lo contrario no vive. Falsos abrazos, besos, alabanzas, conversaciones para quedar bien, salir en revistas, obtener trabajo.
Aparte de la verdad, el mimo tal cual lo practicamos en nuestra escuela puede aportar libertad corporal, reflejos, creatividad, sensibilidad, lenguaje, expresividad, etc.
ObjetoUn elemento que cuenta es que el mimo se especializa en el trabajo con el objeto, tanto real como evocado. En el caso del objeto real este le tiene que servir como prolongaci�n de s�, como ser con el que se dialoga, y para ello hay t�cnicas que se aprenden. Un objeto en las manos de un mimo tiene que tener significaci�n y vida.
El objeto inexistente o evocado plantea la necesidad de hacerlo visible. Para esto tambi�n hay una t�cnica. Un actor mimo que crea la ilusi�n, se ve incluso cuando no evoca. Tiene una densidad m�gica mayor, una mayor posibilidad de sugerencia. �Y qu� es una obra teatro sino una evocaci�n, por m�s que una cama o una silla est�n ah�? El piso, si estamos en una calle, por lo general no es de madera. La acci�n de una obra es una evocaci�n. No existe en ese momento, hay que hacerla cre�ble.
Entre nuestros ancestros figuran los mimos que hac�an pantomima:
pantomima quiere decir imitaci�n de todo. Y esto ha quedado dentro de nuestra tradici�n. Un mimo ama ser todo: piso, pared, �rbol, mesa, personaje, h�roe, asesino, cuaderno, animal, elemento, zapato, zapato, edificio, hombre, mujer, flor, etc., etc., etc. Me pregunto qu� mejor para un entrenamiento actoral que saque al actor de ese engolamiento en su voz, en ser �l, en el personaje, que tiene que ser humano. Y si no es, hay que volverlo. Hacer mimo en este sentido es como integrarnos con todo, poder ser todo lo que es en la vida. De all�
tambi�n nuestro respeto por todo. Cuando trabajaba en la C�a. de Maximilian Decroux en Par�s, en unos ensayos hac�a de pared. Me produc�a una enorme satisfacci�n estar inm�vil (�inm�vil?) tratando de transmitir su textura, su vida. Desgraciadamente esa obra no se hizo.